Proteger las decisiones personales
- Robb Ryerse
- 2 de junio
- 2 min read
Dejar que la gente tome sus propias decisiones
Aborto. Cuidados para afirmar el género. Elecciones médicas personales.
Son temas complicados. Lo entiendo.
He hablado con personas que tienen profundos conflictos. Me he sentado con padres que intentan tomar la mejor decisión para sus hijos. He escuchado a mujeres que han tenido que tomar decisiones imposibles. Y he caminado junto a personas de fe que no están todas de acuerdo, pero que se preocupan profundamente por hacer lo correcto.
Por eso creo que el gobierno no debería tomar estas decisiones por nosotros.
Me presento al Congreso porque creo en proteger la libertad personal-especialmente cuando se trata de nuestros propios cuerpos, nuestras familias y nuestra salud.
Esto es lo que yo creo:
El aborto debe seguir siendo seguro y legal. Son decisiones personales que deben tomar las pacientes, sus médicos y su fe, no los políticos.
La atención que afirme el género debe estar disponible a quienes la necesiten, especialmente jóvenes y familias que trabajen con profesionales de confianza.
Y en ambos casos, las personas merecen respeto, privacidad y apoyo-no juicios, prohibiciones o vergüenza.
No hace falta estar de acuerdo con todas las decisiones que toma alguien para creer que debe ser libre de tomarlas. Eso es lo que significa la libertad personal.
Entiendo por qué estos temas incomodan a la gente. Tocan la vida, la identidad, la moralidad y el significado. Pero cuando dejamos que los legisladores utilicen esa incomodidad para quitar derechos a la gente, creamos daño, no seguridad.
Como pastor, he acompañado a personas en decisiones difíciles. He visto sus lágrimas. He visto su fortaleza. Y he visto lo perjudicial que puede ser que el gobierno intente inmiscuirse en los aspectos más íntimos de la vida de las personas.
Eso no es compasión. Eso es control.
No necesitamos más políticos que conviertan el dolor de la gente en puntos políticos. Necesitamos líderes que protejan la libertad-incluso cuando es compleja, incluso cuando es controvertida.
Esto es especialmente urgente aquí en Arkansas, donde las leyes estatales han prohibido casi todos los abortos y bloqueado el acceso a la atención de afirmación de género que salva vidas. Estas leyes no reflejan el amor. No protegen la salud. Y no confían en que la gente viva su propia vida.
Si nos preocupamos por las familias, debemos confiar en ellas.
Si nos importa la libertad, debemos protegerla para todos, no sólo para quienes piensan, creen o viven como nosotros.
La libertad personal no significa que todos tomemos las mismas decisiones. Significa que podemos tomar esas decisiones por nosotros mismos.
Nadie debe ser obligado a llevar un embarazo contra su voluntad. A ningún niño se le debe negar la atención que los médicos y los padres están de acuerdo en que es mejor para él. Ninguna persona debe ser tratada como un problema político por el mero hecho de ser quien es.
Son seres humanos. Son familias. Son nuestros vecinos.
Lideremos con empatía. Protejamos la libertad. Y construyamos un futuro en el que todas las personas tengan derecho a tomar sus propias decisiones con dignidad, seguridad y atención.